¡TIEMPO DE CUARESMA!
Ayunen los ojos de toda mirada curiosa…
Ayunen los oídos, no atendiendo a las palabras vanas y a cuanto no sea necesario para la salud del alma…
Ayune la lengua de la difamación y la murmuración, de las palabras vanas, inútiles…
Ayune la mano de estar ociosa y de todas las obras que no sean mandadas.
Pero ayune mucho más el alma misma de los vicios y pecados, y de imponer la propia voluntad y juicio.
Pues, sin este ayuno, todos los demás son reprobados por Dios.
(San Bernardo, Sermón en el comienzo del ayuno).